Reseña de Planes de Acción de Eficiencia Energética

Santiago de Chile, abril de 2010

Por encargo del Programa de Estudios e Investigaciones en Energía (PRIEN), Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Estrategias Energéticas realizó una reseña de Planes de Acción de Eficiencia Energética en el ámbito internacional. Esta reseña forma parte del ‘Estudio de Base para la Elaboración de un Plan Nacional de Acción de Eficiencia Energética’ elaborado por el PRIEN por encargo del Programa País de Eficiencia Energético / Ministerio de Energía, Chile.

El objetivo de la reseña fue el de analizar Planes de Acción de Eficiencia Energética de países industrializados y emergentes, que muestran características económicas y una estructura de consumo energético similares a las de Chile, con el objetivo de identificar planes que – en su conjunto o en elementos particulares – pueden potencialmente servir como ejemplo para el ‘Plan Nacional de Acción de Eficiencia Energética 2010 – 2020’ del Gobierno chileno.

Chile es un país emergente, con altas tasas de crecimiento económico, índices de bienestar crecientes de la población, un fuerte sector comercial y de servicios, un sector industrial caracterizado tanto por la existencia de empresas mineras y metalúrgicas energointensivas como de industrias emergentes, p.ej. las agroindustrias, y un sector transporte vital para el país.

Tomando en consideración además la madurez, ambición y efectividad de los planes analizados en un primer paso, se identificaron los siguientes planes de acción, estrategias y programas referenciales de eficiencia energética, que corresponden a los criterios mencionados:

  • Los planes de acción de eficiencia energética de los 27 Estados miembros de la Unión Europea;
  • El Marco Nacional para Eficiencia Energética de Australia y Planes de Acción de Eficiencia en los Estados de New South Wales y de South Australia;
  • El Plan de Acción de Eficiencia Energética de Nueva Zelanda;
  • El Plan Estratégico de Eficiencia Energética de Largo Plazo de California;
  • El Plan Nacional de Eficiencia Energética (PNEf, en elaboración) de Brasil.

Estes planes se revisaron de acuerdo a los siguientes aspectos, identificandose ‘mejoras prácticas’ aplicables en el contexto chileno:

  • Fundamentación del plan de acción en la política energética, inter-relación con la regulación del sector energético;
  • Metas de ahorro energético y de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, objetivos de corto y largo plazo
  • Ambiciones de ahorro y programáticos: visiones y expectativas;
  • Grado de detalle del Plan: lineamientos, definición de políticas, programas, instrumentos;
  • Estructura organizativa, financiación, apoyo estatal y fiscalización;
  • ¿Estructura transversal y/o sectorial?
  • ¿Regulación y/o instrumentos voluntarios?
  • El papel del mercado / actores de mercado (incl. ESCOs);
  • Sector residencial, comercial, público (edificios, instalaciones, artefactos y equipos): instrumentos coercitivos (normas), incentivos, concientización, etc.;
  • Sector industrial: instrumentos coercitivos y/o voluntarios, enfoque en tecnologías horizontales y/o de proceso;
  • Sector transporte: (mix de) programas e instrumentos más efectivos;
  • Sector agrícultura: programas e instrumentos;
  • El papel ejemplar del sector público;
  • Medidas dirigidas a los hábitos de consumo de la ciudadanía;
  • Programas / instrumentos de monitoreo y evaluación.

Entre las recomendaciones para la elaboración del Plan Nacional de Acción de Eficiencia Energética de Chile se destacan:

  • La fundamentación firme del Plan en las políticas energéticas y ambientales del país;
  • La conveniencia de una apreciación crítica de los modelos de gestión de la demanda, planificación integrada de recursos, regimenes de certificados blancos y de emisiones comerciables con respecto a su compatibilidad con el marco regulatorio del sector energético chileno y la conveniencia y factibilidad de su modificación;
  • Definición de metas de ahorro energético globales y sectoriales, ambiciosas, pero realistas, a corto/mediano y largo plazo;
  • Para cada programa y medida propuesta, apreciar su costo y beneficio, grado de intervención de la autoridad requerido, actores involucrados, sus implicancias legales, fiscales y sobre el presupuesto nacional, su compatibilidad con las estructuras organizativas de la administración pública y las fuentes de financiación disponibles;
  • El Plan debe desarrollarse orientándose en un enfoque balanceado entre estrategias y actividades sectoriales y transversales, instrumentos de cumplimiento obligatorio y voluntario e incentivos;
  • Aprovechar de la experiencia internacional en la definición de los instrumentos más adecuados – y su combinación – en los programas sectoriales (residencial, comercial, público, industrial, transporte y agrícultura);
  • Poner enfásis en las actividades de concientización, educación y capacitación de la ciudadanía en general, de alumnos, estudiantes y profesionales;
  • Desarrollar y perfeccionar instrumentos de monitoreo y evaluación.

El ‘Estudio de Base para la Elaboración de un Plan Nacional de Acción de Eficiencia Energética‘ fue presentado por el PRIEN al Ministerio de Energía, Chile en septiembre de 2010.

Para mayor información contacte Ing. Paz Araya Jofré del Programa de Estudios e Investigaciones en Energía (PRIEN) o Wolfgang F. Lutz, Director de Estrategias Energéticas.

Octubre 2010